rayanerEl Ejecutivo canario «no admite» lecciones de Ryanair en materia de política de conectividad, si bien deja claro que no se opondría a la eventual entrada de esa línea aérea de bajo coste en el mercado interinsular.

Así reaccionó la directora regional de Transportes, Rosa Dávila, ante el comunicado que remitió el lunes pasado la aerolínea en la que proponía la supresión de la obligación de servicio público (OSP) en las rutas entras las Islas y que planteaba su disposición a operar en las Islas.

Como ya había adelantado Binter el lunes pasado, el Ejecutivo regional cree que Ryanair «está confundida» sobre la naturaleza del descuento a los billetes de los residentes, pues la empresa irlandesa acusó a la canaria de cobrar 180 millones de euros en ayudas para mantener un monopolio en el Archipiélago.

Dávila precisó que la partida del descuento a residentes -que en el caso de los vuelos interinsulares asciende a 90 millones- «no es cerrada», por lo que puede no llegar a agotarse por completo. En todo caso, añadió, quien cobra es el residente que viaja, no la empresa.

La OSP, dejó claro Dávila, es una «garantía de conectividad» para los canarios en términos de capacidad, frecuencia y la fijación de un precio máximo.

Por este motivo, si Raynair o cualquier otra línea aérea quiere entrar en el mercado entre las Islas «puede hacerlo y es bienvenido siempre que se someta a esos precios y no pretenda subirlos», remarcó.

La patronal turística tinerfeña (Ashotel) y los cuatro grupos parlamentarios refrendaron el mantenimiento de la OSP en Canarias, si bien nacionalistas y socialistas se mostraron proclives a extenderla y a «revisarla» en ciertos trayectos en los que creen que debería funcionar mejor. Populares y socialistas, además, se mostraron disgustados por el precio que tienen algunas rutas en las Islas, algo que «debería» abordarse.

Este periódico preguntó a Ryanair por el asunto, pero no obtuvo respuesta.

BNoticia procedente de Eldia.es