Adelantar el IVA y la alta morosidad de las administraciones públicas son dos problemas serios que dejan tiritando las cuentas de los autónomos. Ambas han sido la causa de que muchos trabajadores por cuenta propia echaran el cierre en el 2012. Hasta diciembre del año pasado la deuda de las administraciones públicas con el sector era de 5.510 millones de euros –Catalunya encabezaba la lista con 922 millones, el 16,7% del total–, según datos de la federación de autónomos (ATA).

La queja fundamental de autónomos y pymes es que las administraciones públicas, sobre todo la local y la autonómica, les utilizan de cajeros y de prestamistas. Estos gobiernos sacan concursos de servicios o los contratan directamente con la seguridad de que aplazaran el pago. En épocas de bonanza este sistema es lesivo pero el autónomo no pierde la esperanza y puede compensar el agujero con trabajos en el sector privado o con créditos. Con la crisis, el entramado se ha venido abajo.

Los autónomos tardan una media de 163 días en cobrar las facturas de la administración (167 días en Catalunya) pero son los ayuntamientos los que más tiempo necesitan, 177 días, seguidos de las comunidades autónomas, con 149. Según el informe del observatorio del autónomo de ATA, cuatro de cada 10 tarda más de seis meses en cobrar. La administración central del Estado es la más cumplidora con un retraso medio de 69 días, que se acerca bastante a los 60 días de morosidad media que impera entre las empresas privadas.

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