El Gobierno ultima medidas para facilitar el autoempleo y las ‘segundas oportunidades’.
“Soy el rey de los fracasos”. Franck Scipion, creador de Ingresosalcuadrado.com, no tiene ningún problema en reconocer que ya cuenta con dos proyectos empresariales fallidos a sus espaldas.
¿Por qué fracasar en un negocio está tan mal visto cuando la estadística demuestra que es lo habitual? Parte de la culpa la tienen historias de éxito como la de Apple. Lo que se omitió de la leyenda es que la empresa de la manzana no era la primera, ni la segunda ni la tercera que fundaban Steve Jobs y Stephen Wozniak.
Se da por hecho que el emprendedor es apasionado, aunque en ocasiones demasiada ilusión es perjudicial. Y es que la valoración de las emociones cuenta, explica Alberto Fernández Terricabras, profesor de Emprendimiento del IESE. “Es muy importante conocer el carácter, las debilidades, en definitiva, la personalidad de uno”. De hecho, esta escuela de negocio imparte cursos que ayudan al futuro empresario a entenderse a sí mismo.
Scipio reconoce que el exceso de entusiasmo caracterizó su primer revés empresarial, unido a que decidió arrancar justo en el estallido de las puntocom. El camino es complicado, con baches inesperados. Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), lo resume así: “Que nadie piense que emprender es un camino de rosas”.
Causas de mortalidad
Las cifras de ATA muestran una alta tasa de mortalidad empresarial: el 50% de los nuevos autónomos que se dan de alta diariamente cierran antes del tercer año. ¿Por qué? Las causas son diversas. Amor apunta a que los costes iniciales son muy elevados. No sólo los relativos a la inversión del negocio, sino también las obligaciones tributarias (Seguridad Social y otros impuestos).
También hay errores graves, según la profesora de Emprendimiento e Innovación del Instituto de Empresa (IE), Conchita Galdón, como no probar el producto o el servicio con el cliente antes de hacer una inversión fuerte (por lo que no hay margen de maniobra cuando hay que rectificar) o no contar con el equipo profesional adecuado. ¿Cómo se gestiona un fracaso? Aparte de asumir que lo más probable es que el primer intento no fructifique, la profesora del IE aconseja realizar un análisis post mortem del proyecto lo más objetivo posible, evitando problemas de autoestima. Para ello, es vital preparar al entorno ante el fracaso. El karma ha de ser que el emprendedor que triunfa “es porque ha aprendido de proyectos anteriores”.
Matthieu Heusch es un caso de éxito, fundador de Doctordoctor.es (una web que permite reservar cita con el médico online) y Camare.ro (una aplicación para el móvil a través de la cual se puede pedir por carta). De este resultado se deduce que igual siguió uno de los consejos de Ariel Andrés Almada, asesor, autor del libro Ahora te toca a ti y de la web Antiparo.com: hallar un problema y crear una solución. En cualquier caso, Heusch recuerda con amargura su periplo administrativo. “No te quiero ni contar –suspira–. La Administración tardó casi un año en devolvernos el IVA por el primer año de ejercicio de Doctordoctor.es; es lamentable que el Estado retenga el 20% de los recursos de una nueva empresa”.
Seguridad Social, IVA, tasas…
Abrir un negocio es complicado, pero cerrarlo puede llegar a serlo mucho más. La legislación actual se erige en un auténtico obstáculo si se trata de volver a empezar. Carlos Peña, socio del bufete CBS Albiñana & Suárez de Lezo, admite que liquidar una empresa es caro, sobre todo si está en situación de concurso de acreedores. En este caso hay que pagar a liquidadores, abogados y notarios. “Se da la paradoja –continúa– de que si se cierra porque no hay dinero, hay que contar con un remanente”.
En este escenario, y teniendo en cuenta los mensajes que llegan desde la UE –el comisario de Industria y Emprendimiento, Antonio Trajani, aseguró recientemente que “el fracaso de un emprendedor no debe resultar una condena a muerte”– el Gobierno ha impulsado varias iniciativas para favorecer la creación de empresas y, de paso, reducir el alto paro juvenil.
Entre estas medidas figuran que los menores de 30 años puedan compatibilizar la puesta en marcha de su proyecto con el cobro del subsidio de paro durante seis meses; una tarifa plana de 50 euros durante medio año en las cotizaciones sociales para los emprendedores menores de 35 años; y una reducción del 30% de las cotizaciones sociales durante 24 meses para los hombres de hasta 30 años y las mujeres de hasta 35.
Además, el Gobierno pretende aplazar el pago de las deudas con la Seguridad Social a cinco años; se pondrá en marcha una nueva línea de crédito del ICO, se ampliarán las opciones para capitalizar el desempleo; y se definirá un mínimo inembargable en caso de revés de forma que el autónomo no responda con sus bienes presentes y futuros.
La conclusión es que no hay que tener miedo al fracaso. “Todo tropezón es una experiencia de aprendizaje”, apunta Galdón. Almada recuerda que, de media, un empresario sufre entre dos y tres chascos antes del éxito. “Emprender es una carrera de fondo, no un sprint”, concluye Galdón.
Noticia procedente de Negocios.com