clipsAdemás de sujetar papeles, ¿qué otros usos podría darle a un clip? Un niño es capaz de pensar en unos doscientos, mientras que en la edad adulta esta cifra se reduce a unos 15 o 20 en el mejor de los casos. Son los resultados de un estudio realizado por el británico Ken Robinson que sirvió ayer para poner a prueba la creatividad de más de medio centenar de empresarios malagueños en un foro celebrado en la capital que ha recorrido diversas ciudades españolas.
A través de las experiencias personales de tres emprendedores de éxito, los asistentes a la jornada Mentes Emprendedoras, organizada por ONO y la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga (AJE), pudieron conocer las claves y herramientas para que un proyecto triunfe y se mantenga en la cumbre. El cofundador de Panoramio, Joaquín Cuenca; el creativo y CEO de Square Venture, Álvaro Cuadrado; y el cofundador de Black Page Simone Serasini hablaron durante más de dos horas de la necesidad de arriesgarse, generar ideas y romper paradigmas para diferenciarse del resto e ir siempre un paso por delante. Pero sobre todo incidieron en la importancia de recuperar la creatividad de la infancia y que normalmente se va perdiendo con el paso de los años.
Para medir la capacidad innovadora de los asistentes, los ponentes los sometieron a diversas pruebas. Entre ellas, les preguntaron cuántos usos le darían a un clip. Hacer figuras, recogerse el pelo, utilizarlo como imperdible o como anzuelo para pescar fueron algunas respuestas. «La creatividad es una función de nuestra mente, pero con el tiempo dejamos de entrenarla para que haga conexiones raras y por eso dejamos de ser creativos», señaló Simone en su intervención. Fue la última, pero la más interactiva, ya que puso a ‘trabajar’ a los empresarios que se reunieron en el Instituto de Estudios Portuarios.
A ellos les pidió que pensaran en las cualidades de algún conocido en paro para idear una nueva línea en su negocio que pudiera adaptarse a él. El director de ONO en la zona Sur, Fernando Fernández, participó activamente en esta prueba proponiendo que su suegra, «que siempre se sale con la suya y es capaz de vender cualquier cosa», fuese teleoperadora para ‘vender’ las ventajas de su empresa alas personas mayores de 50 años.
Esta fue una de las ideas que más le gustó a Álvaro Cuadrado, fundador y CEO de Square Ventures, que centró su ponencia en la importancia de romper paradigmas para conseguir que los sueños se conviertan en realidad. Aprendió la lección de su padre, que se negó a seguir con las normas y reglas preestablecidas y gracias a ello, a los 23 años ya había conseguido sus grandes retos: montar una empresa, hacer películas, dar la vuelta al mundo, formar una familia y tener un código ético «del que me siento orgulloso».
Creatividad
«Los niños quieren ser astronautas cuando entran al colegio, pero cuando salen quieren ser funcionarios, ¿qué está pasando?», se preguntó este experto en creatividad, que relató que el primer paradigma lo rompió su padre cuando dejó de llevarlo un mes y medio a la escuela en otoño para viajar con él y descubrir la naturaleza. «Eran experiencias vitales», señaló. Bombero de profesión, en lugar de contarle heroicidades de su trabajo, «mi padre me permitió ser lo que yo quería ser». Y así, con 19 años montó una productora de cine. Después llegaron siete empresas más y, a pesar de haber cumplido sus «sueños vitales», sigue pensando en nuevos retos.
En ello está también continuamente el malagueño de adopción Joaquín Cuenca. Tras vender Panoramio a Google estuvo tres años trabajando en Suiza para el buscador, hasta que decidió dimitir para poner en marcha dos nuevos proyectos: Presspeople y Thumbr.io, cuyo crecimiento «está siendo muy rápido». Ayer compartió con los empresarios la experiencia de su primera aventura empresarial, en la que varias veces tuvo que arriesgar y decir ‘no’ a ofertas «muy tentadoras» para seguir adelante con su proyecto.

Noticia procedente el diariosur.es