Queda mucho por hacer y desde esta nueva asociación pensamos por ejemplo  que:

El plan de excelencia de la Avenida Rafael Puig debería de haber sido una gran avenida central con un carril de ida y otro de vuelta, con plantas, flores y una cuidada y adecuada vegetación…Un paseo por el que los turistas pudieran pasear sin tener que soportar el sol en las horas del medio día, pero lamentablemente hoy en día no es así. Es más, debería de contar con un servicio de mantenimiento más fácil y económico, y no con lo que se ha terminado por hacer que parece llevar 50 años por la poca y descuidada atención que se le presta.

Playa de las Américas se ideó de forma que todos tuvieran cabida y que no se quedara obsoleta, con visión de futuro y la verdad es que se la han cargado con el plan de excelencia. Por otro lado cuando este plan empezó se hicieron las cosas mal y no se tuvieron en consideración las opiniones de las personas de la zona que saben realmente como está. Se ha actuado políticamente sin sentido común y a menudo por capricho. Y lo que es peor, desde la lejanía.

Además de preponderar la figura del peatón, nunca hay que dejar de lado a las zonas comerciales, de restauración, de ocio y por supuesto tampoco a los hoteles que necesitan de la circulación de los vehículos, sobre todo de los servicios públicos, taxis y guaguas que actualmente no pasan por esta zona.

Cuando nos hablan de facilitar las cosas al Turista nos están engañando y basta un simple ejemplo, como que para coger una guagua hay que caminar un buen trecho y a las personas mayores, por el calor y la distancia, les es aún más complicado. Actualmente los turistas que nos llegan son de avanzada edad y eso es un factor importante que no se está teniendo en cuenta.

 

Otra de las soluciones podría haber sido cerrar el barranco de Troya,  canalizando las aguas y dejando un gran espacio para aparcamientos y zonas de ocio, sirviendo de entrada y salida al centro neurálgico de la zona turística de Playa de Las Américas; pero NO. Es mejor gastar en una obra que no sirve para nada y hundir un área que económicamente aportaba muchísimo por las  pymes existentes y que hoy en día agoniza.

 Más cosas, había un proyecto hace muchos años en la que se pensaba hacer la playa de las Verónicas pero por las protestas de los ecologistas y de los  surfistas no se llego hacer. La idea era  arreglar la playa de las Verónicas y después se modificaría la de Troya con respecto a los espigones para que no sobresaliesen, para que hubiese playa, porque de otra forma los hoteles de la zona así como los comercios quedarían bastante afectados.

Por otro lado las obras se indican con un plazo de finalización que siempre es más amplio y nunca coincide con el inicial. Y ahora no estamos en condiciones de pasar por más obras, (90 mil € sólo para el proyecto). ¿Cuánto costará entonces hacer la playa?

Tenemos que reactivar y recuperar las zonas de ocio con las que contábamos y los espacios para el entretenimiento nocturno si queremos salir adelante y darle al turista lo que quiere. Necesitamos turismo joven, de 20 a 50 años, que son los que vendrán el día de mañana a recordar su juventud, como los que actualmente llegan aquí rememorando sus inolvidables experiencias cuando nos visitaron por primera vez.

Lástima que se encuentren con un desolador panorama, con más cemento y en medio de un caos de obras sin terminar, sin contar las dificultades para sus desplazamientos y todo porque no hay un plan de viabilidad ni de señalética.

Es urgente terminar las obras de la Avda. Rafael Puig que es la más grande de la isla. Se ha cortado por su mitad en la confluencia de los municipios de Adeje y Arona, y encima ha quedado reducida a una vía estrecha, con los problemas que ocasiona para las pocas guaguas que llegan a los hoteles y que terminan por romper los maceteros existentes en la misma.

Y todo porque los responsables públicos y técnicos no pensaron en el tamaño de una guagua, diseñándose desde un lejano despacho, no desde la realidad. Esperemos que nunca ocurra una desgracia en la que tengan que acudir los camiones de bomberos y los primeros auxilios, porque se crearía una situación caótica.

Y con respecto a la seguridad qué decir, si prácticamente no existe por la noche presencia policial. No se ve por ningún sitio, sólo cuando se hacen las redadas a diestro y siniestro sin tener en cuenta que estamos en una zona turística. Demandamos una policía turística respetuosa y educada. Contundente pero no agresiva con los ciudadanos, turistas y residentes, que no trate a todas las personas honradas como delincuentes.

A veces parecen más porteros de discotecas, sin mentar los frecuentes abusos de autoridad de algunos malos agentes, de vergüenza.