El patrón no cambia. Crisis tras crisis, desde los años ochenta, cuando el mercado laboral español deja de caer, el empleo solo se anima por el lado de los temporales. En el tercer trimestre del año, según los datos de la Encuesta de Población Activa, se han creado 169.500 puestos de trabajo temporales, unos pocos más que fijos, 146.300.
Las reformas laborales se suceden. Todas tratan de cambiar este patrón. Lo decía la última. Pero ninguna lo ha logrado hasta ahora. Los empresarios solo se animan a contratar temporales ante la posibilidad de que esa escuálida recuperación —muy escuálida, de momento— se vuelva a convertir en recesión, como ya sucediera en 2011.
Lógicamente la época del año también ayuda. El tercer trimestre del año se desarrolla principalmente en verano, época de vacaciones y turismo, y de actividad económica estacional. Estas características estimulan mucho más el empleo temporal que el indefinido, cuando lo hay, no en este caso.
Pero al observar el buen dato de empleo temporal, también se observa uno de los síntomas de la lenta recuperación a la que está abocada la economía española. Comparado con el año anterior, todavía se sigue destruyendo puestos de trabajo temporales. Es decir, hay menos trabajadores que en septiembre de 2012. Uno de los datos en que suelen fijarse los expertos del mercado laboral para saber si la situación se ha dado la vuelta es este, aunque esto tampoco signifique que la recuperación se haya consolidado. En 2011 se creó empleo temporal anualmente y eso no evitó la recaída.
Noticia procedente del pais.com