Ante un viejo problema, viejas soluciones. El desempleo juvenil está por encima del 55% y para combatirlo el Gobierno impulsará la contratación temporal para jóvenes. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo anunció durante su intervención en el debate sobre el estado de la nación. Esta medida formará parte de la Estrategia de Empleo Joven que ultima el Ministerio de Empleo. Anunció otras como las bonificaciones para impulsar la contratación a tiempo parcial entre los menores de 30 años.
La tradición dicta que en España, cuando se comienza a salir de una crisis, los empresarios comienzan a firma contratos temporales. Y esta vuelve a ser la opción a la que el Gobierno fía el combate contra el paro juvenil. Para ello, lo que hará, tras discutir con sindicatos y patronal la estrategia de empleo joven, será descausalizar de facto la contratación entre un amplío colectivo de menores de 30 años.
A pesar de que Rajoy habló de una nueva figura contractual, explican en el Ministerio de Empleo, que esto no es exactamente así. Aclara el departamento que dirige Fátima Báñez que lo que harán será modificar las condiciones bajo las que se pueden firmar contratos temporales. Ahora cuando se rubrica un compromiso eventual, la empresa debe aducir una causa (aumento de producción, estacionalidad…). Tras la publicación del decreto, que todavía se está redactando, habrá una nueva causa “achacable al sujeto” que permita firmar contratos eventuales obviando los requisitos actuales. Esta causa definirá un perfil que delimitará cuando se podrán firmar estos compromisos eventuales: jóvenes de menos de 30 años y con poca experiencia laboral.
La consecuencia será una descausalización para este colectivo. No obstante, hay que tener en cuenta que la temporalidad fraudulenta es un mal generalizado en el mercado laboral español. En muchos casos, se firman contratos temporales sin que se respete la causa tal y como estipula la ley.
La medida, que estará en vigor mientras el paro supere el 15%, se complementará con incentivos para que los compromisos temporales firmados por jóvenes acaben convirtiéndose en indefinidos. En concreto, se crearán nuevas bonificaciones de 500 euros anuales en el caso de los hombres y 700 en el de las mujeres y estarán vigentes durante tres años.
Antes de este anuncio e incluso durante la negociación con sindicatos y Gobierno, la patronal ha solicitado públicamente un nuevo contrato para jóvenes que no estuviera sujeto a las obligaciones que recogen los convenios colectivos y cuyo suelo salarial fuera el SMI. Antes reclamaba minijobs a la alemana (contratos a tiempo parcial con sueldos muy bajos compatibles con las ayudas sociales). Los sindicatos se opusieron frontalmente a estas propuestas en las mesas de negociación. Así que el Gobierno, sin llegar a alcanzar un pacto, ha optado por una solución salomónica.
La creación de esta medida supone asumir que una de las iniciativas estrella de la reforma laboral no ha estimulado la contratación de los jóvenes, uno de los colectivos a los que se dirigía. Durante 2012, el contrato de emprendedores que permite el despido sin indemnización durante el primer año apenas ha supuesto el 7% de todos los compromisos firmados y, desde luego, no ha servido para estimular la contratación, ni temporal ni indefinida.
También busca el Ejecutivo impulsar la contratación de jóvenes con contratos a tiempo parcial con cotizaciones muy bajas, siempre y cuando estén vinculadas a la formación. Las empresas con menos de 250 trabajadores quedarán exentas de pagar el 100% de las cotizaciones sociales y un 75% para el resto.
Junto a los estímulos a la contratación, el Gobierno también pretende combatir el paro juvenil con estímulos al autoempleo. Según anunció Rajoy, se reducirá la cuota de los jóvenes que se den de alta como autónomos a 50 euros mensuales durante el primer medio año.
Además, Rajoy ha anunciado que dará el empujón definitivo a la ley de apoyo a los emprendedores, una de sus tareas pendientes. Entre las novedades anunciadas en el debate, destaca que habrá incentivos fiscales a los inversores que apuesten su dinero en nuevas empresas, el llamado capital semilla, y se limitará la responsabilidad patrimonial de los emprendedores en caso de que el proyecto fracase. Además, el inversor que participe en empresas nuevas o de reciente creación aportando capital financiero o capital y conocimientos para el desarrollo de su actividad, lo que se conoce como business angel, tendrá un doble incentivo fiscal.
Por un lado, podrán beneficiarse de una deducción del 15% en la cuota estatal en el IRPF con ocasión de la inversión realizada al entrar en la sociedad, con un funcionamiento similar a la deducción en vivienda habitual. Por otra parte, al salir, también tendrán beneficios fiscales siempre y cuando reinviertan en otra nueva empresa.
Noticia procedente del Pais.com