Buenas palabras y mejores intenciones. Es lo que ayer primó en la reunión que celebraron en la sede tinerfeña de Presidencia el mandatario regional, Paulino Rivero, con los presidentes de la Federación Canaria de Islas (Fecai), Alpidio Armas, y de la Federación Canaria de Municipios (Fecam), Manuel Ramos Plasencia. El encuentro sirvió para abordar tanto la necesidad de optimizar la Administración en todos los niveles -autonómico, insular y municipal- como para buscar una salida a la deuda que las corporaciones locales mantienen con el Ejecutivo canario y que ni ayuntamientos ni cabildos pueden pagar antes de fin de año. Pese al clima de cordialidad, Rivero dejó bien claro al término de la cita que el margen de negociación para posponer el pago de esas deudas a las corporaciones locales es que el Gobierno pueda cubrir los servicios básicos, lo que dejó patente que es muy escaso.
En este sentido, Rivero adelantó que el viernes de esta misma semana habrá un encuentro entre el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias, Javier González Ortiz, con los representantes de los cabildos y municipios para explorar posibles soluciones antes de cerrar las cuentas autonómicas de 2012 al pago de la deuda que las corporaciones locales deben efectuar al Ejecutivo regional y que se encuentran, según explicó el propio presidente, en una situación «complicada», pero descartó que fuera «dramática».
El presidente insistió en que la prioridad del Gobierno será garantizar la prestación de los servicios públicos «que ponen en igualdad a todos los canarios», en clara alusión a la educación, el sistema sanitario y los servicios sociales, además de incluir también en este núcleo duro de las prioridades las ayudas al transporte.
Enfatizó que cabildos y ayuntamientos se encuentran en una situación «similar» a la de la propia autonomía, que tiene un déficit de 400 millones de euros frente al Estado para hacer frente a las competencias que ejerce. «No se nos ocurre plantear al Estado la devolución de competencias por este motivo, sino que hay que ajustar el gasto», replicó a las amenazas de algunos cabildos de entregar de vuelta las suyas.
«En este esquema de dificultades, lo importante es ser positivo», afirmó Rivero. Al respecto, Alpidio Armas coincidió en resaltar el clima de «diálogo, entendimiento y colaboración» que se respiró en la cita, si bien aprovechó para advertir de que si los cabildos tienen que pagar este año todo lo que deben a la Administración regional (unos 111 millones en el peor escenario) les será «difícil» atender sus compromisos en 2012.
Por eso mismo, y pese a las buenas palabras -se mostró «convencido» de la «sensibilidad» de Rivero, al igual que Manuel Ramos-, Armas aclaró que los recursos legales interpuestos sobre la financiación local frente al Gobierno seguirán adelante.