ICOLos créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) cayeron un 70% en el primer trimestre de este año respecto al mismo periodo de 2012. Entre enero y marzo de 2013, la actividad crediticia del ICO se quedó en 1.539 millones de euros, desde los 5.105 millones de los tres primeros meses de un año antes. Desciende la cuantía como consecuencia del desplome de las operaciones de préstamos, que bajaron a 23.500 entre enero y marzo, desde las 57.000 del primer trimestre de 2012. No se trata de que el ICO cuente con menos presupuesto, en 2013 se mantienen los 22.000 millones de euros del año pasado, lo que ocurre es que el dinero no llega a las empresas porque los bancos, encargados de asumir los riesgos de estos préstamos, no los conceden, a pesar de que el ICO es el instrumento utilizado por el Gobierno para que el crédito llegue a aquellos que no lo consiguen por la vía privada.
Fuentes del ICO aseguran que la caída de la concesión de créditos se debe a que ha bajado la demanda de las empresas. Apuntan a que las turbulencias financieras del pasado otoño han contribuido a que las empresas soliciten menos créditos, pero sostienen que ahora la petición se está recuperando, algo que se comprobará a finales de 2013.

Sin embargo, desde las asociaciones de profesionales no opinan lo mismo. Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), señala que «en estos momentos, el nivel de crédito que hay es prácticamente inexistente. Si bien es cierto que la demanda de créditos por parte de autónomos y empresas ha bajado, se debe a que la gente está cansada de obtener la negativa por respuesta».

Además, para Lorenzo Amor «las líneas de crédito del ICO no están funcionando» porque «el tejido empresarial lo que necesita ahora es circulante, es decir, créditos que en muchas ocasiones no superan los 18.000 euros, un tipo de préstamos que no son interesantes para las entidades financieras».

La solución pasaría porque «el ICO juegue un papel más importante en la microfinanciación», considera Amor, una idea que comparte con Sebastián Reyna, secretario general de la Unión de Trabajadores y Profesionales Autónomos (UPTA). Reyna recomienda «desgajar una parte de esas líneas que tiene el ICO (de los 22.000 millones totales, al menos 2.000), y que se destine a una línea de microfinanciación para los pequeños empresarios, con un nivel de garantía diferenciado, que pueda avalarse desde el sector público». Así, propone que ese aval alcance el 50% o 60% del crédito y sólo haya que cubrir la garantía del resto del préstamo. «Si no, van a sobrar líneas de crédito ICO en 2013», pronostica Reyna.

El secretario general de UPTA también rechaza que la demanda de créditos del ICO haya descendido por falta de necesidad, «sino porque los criterios de riesgo que se aplican para poder concederlos son muy altos en relación con la solvencia que hoy tienen las empresas. Las condiciones de garantía son tan elevadas que la mayoría de autónomos y pequeñas empresas ni siquiera se acerca a pedir un préstamo de este tipo», lamenta.

Noticia procedente de cadenaser.com