emprendLos datos de crecimiento de autónomos y la menor tasa de mortalidad empresarial han puesto algo de tierra firme en el aterrizaje de 2014 para ambos colectivos. Sin embargo la esperada recuperación económica de 2014 podría verse frenada si el Gobierno no termina de abordar las lacras que han destruido progresivamente una gran parte del tejido empresarial de España: mayor fluidez del crédito, menor presión fiscal y un régimen sancionador eficaz contra la morosidad de Administraciones Públicas y sector privado. Todo ello acompañado por una necesaria mejora del consumo interno y un incremento de las ayudas públicas para incentivar la internacionalización de autónomos y pymes.
Las cifras de los estudios relativos a las expectativas de crecimiento, aunque conservadoras, son ciertamente halagüeñas. Desde ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos) esperan que el 1% de crecimiento del PIB tenga un fiel reflejo en la generación de empleo, cerca de 200.000 puestos de trabajo en el ámbito de los autónomos. Unas expectativas en línea con las previsiones de Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa), que prevé una evolución positiva del 0,9% en el ámbito de las pymes. Valores que se refuerzan con el comunicado de 1000informes.com, que a través de los informes de entidades como el FMI, BBVA, La Caixa o Banco de España define el 2014 como «un año cargado de previsiones positivas».
Liquidez y menos carga fiscal
Las reservas ante la anunciada apertura del grifo de la financiación son denominador común para todos los agentes de la economía real. Jesús Terciado, presidente de Cepyme, considera que «las entidades plantean el escenario, pero es más un deseo que una realidad». Y continúa afirmando que «esperamos una recuperación, pero ésta será lenta y vendrá ligada a la evolución de la economía, a la reducción de la morosidad y a la propia recuperación de las entidades financieras». Es por este motivo por lo que desde Cepyme apuestan por «incentivar en 2014 vías alternativas de financiación como el capital riesgo o la participación de las SGR (Sociedades de Garantía Recíproca)».
Desde las asociaciones de autónomos la posición no difiere. Sebastián Reyna, secretario general de Upta (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) explica que «después del esfuerzo realizado en la reestructuración financiera no hay justificación para que el crédito no fluya de forma mucho más significativa que en los años anteriores». E insiste en que «será el colectivo de autónomos el que siga sufriendo más la restricción». Demanda que se ratifica desde ATA, cuya vicepresidenta, Celia Ferrero, va más allá «si esto no se soluciona en 2014 la recuperación económica puede verse seriamente afectada, ya que los autónomos y pymes seguimos siendo la llave de la creación de empleo».
Si algo ha incentivado el emprendimiento durante 2013 ha sido la puesta en marcha de medidas -como la tarifa plana- que han aflojado la soga impositiva de autónomos y pymes. Es por ello por lo que las asociaciones piden al Gobierno que durante 2014 culmine la esperada reforma fiscal que aplique una verdadera rebaja de las cargas fiscales para los agentes de la economía real. Para el presidente de Cepyme «la mejora de la competitividad de nuestras empresas pasa por adelantar a 2014 las reformas fiscales previstas para 2015».
Las trabas para la constitución de empresas es otro de los puntos a mejorar en 2014. Juan de Lucio, director del servicio de estudios del Consejo Superior de Cámaras de Comercio afirma que «resultaría muy oportuno cubrir el vacío dejado por la derogación de la tramitación de sociedades exprés. Hasta que no se desarrollen las previsiones referidas a la constitución de sociedades nos encontraremos en un periodo de incertidumbre jurídica».
Cultura de pagos
La morosidad es la tercera gran clave para la que empresarios y autónomos exigen soluciones inmediatas, como el desarrollo del régimen sancionador de la Ley de Morosidad. Aún aplaudiendo las medidas adoptadas por el Ejecutivo durante 2013, los autónomos se muestran poco esperanzados respecto al definitivo desarrollo del reglamento sancionador «no tenemos muchas expectativas de que el Gobierno aborde realmente este tema», afirma Reyna. De hecho en 2013, las distintas asociaciones se han presentado diversas propuestas cuya respuesta, por el momento, permanece en silencio administrativo. «Desde ATA abogamos por aplicar recargos a las administraciones que no pagan en plazos y pedimos que se aplique un sistema similar al sector privado», explica la vicepresidenta de ATA.
Por su parte, Terciado defiende la necesidad del régimen sancionador e insiste en que «se debe crear una cultura de buenas prácticas en la que se predique con el ejemplo».
Marta Nodal, directora comercial de Crédito y Caución, afirma al respecto que, «dos de cada tres empresas españolas estará por encima de los 60 días de pago prescritos para las operaciones B2B». Un hecho que no limitará la apuesta de la entidad por la internacionalización de nuestras empresas: «Creceremos con las empresas que acompañemos en su expansión exterior, asumiendo el máximo riesgo posible».
La internacionalización será otro de los buenos propósitos para 2014. Para Salvador Marín, presidente de Cofides (Compañía Española de Financiación del Desarrollo) «la Ley de Emprendedores va a favorecer aún más la salida al exterior de nuestras empresas». La sociedad público privada insiste en que «seguiremos haciendo especial énfasis en nuestra capacidad de apoyar la internacionalización de pymes y grandes empresas, vía capital».

Noticia procedente de Eleconomista.es