jovenesNo podía ser de otra forma. A los jóvenes les afecta, y mucho, la recesión en sus proyectos de vida. Tardan más en emanciparse, tienen menos recursos, sufren el paro y no les queda más remedio que buscarse la vida como autónomos o en el extranjero. Eso es lo que se desprende del Informe Juventud en España 2012, realizado cada cuatro años por el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales, y el primero tras el comienzo de la crisis en 2008.
Las respuestas de los jóvenes, 5.000 encuestados entre 15 y 29 años, indican que el 36% estaría dispuesto a trabajar en el extranjero por un corto periodo de tiempo y un 32% incluso por un largo plazo. De hecho, el saldo migratorio, con datos del Instituto Nacional de Estadística, muestra que a partir de los 26 años son más los españoles que salen que los extranjeros que llegan a España, un fenómeno agravado desde 2010.
Quien no se marcha tiene pocas posibilidades de independencia en España. La tasa de emancipados se ha reducido del 25% en 2008 al 20% en 2012. Entre los más mayores, de 25 a 34 años, el 29,8% siguen viviendo con los padres, diez puntos más que la media de la UE. Son los de menor formación y menor poder adquisitivo los que se van antes del hogar paterno. La mayoría se van por ganar su independencia, aunque un 22% lo hacen por necesidad en sus estudios.
La mitad de los varones viven en pareja a los 31 años, edad que baja a los 27,8 en el caso de las chicas. La mitad de ellos vive en un hogar propio y tienen su primer hijo cuando cumplen los 35,5 años, en el caso de los chicos, y a los 32 en el de las chicas. Aunque en la encuesta se asegura que la edad media en la que se tiene el primer descendiente es a los 22,6 años (exactamente igual que en 2008).
La mayoría vive en alquiler y le siguen los que disponen de casa en propiedad con hipoteca viva y un 10% cuenta con la vivienda ya pagada. Aunque la realidad dice que prefieren la propiedad (78,9%) al alquiler (16,7%). Bien es cierto que en la anterior encuesta, el 90% eran partidarios de comprar.
Solo el 23,8% asegura tener autonomía completa, frente al 28,3% de hace cuatro años. El resto, depende económicamente de sus padres en algún grado. El 55,3% vive total o parcialmente de los ingresos de otras personas.
La radiografía sobre los jóvenes que hace el estudio es muy completa. También se ha recogido información sobre su salario. Para los que tienen autonomía completa, el sueldo medio ha descendido de los 1.099 euros hace cuatro años a los 961,4 euros. El 40% de todos ellos solo tiene ingresos para pagar sus gastos de bolsillo.
El estudio indica que se ha reducido el porcentaje de población que alcanza los estudios universitarios (del 31,9% al 29,5%) e incluso el de bachillerato. Otra diferencia es que los que antes abandonaban los estudios principalmente lo hacían porque preferían trabajar. Ahora esa razón pesa menos.
El 36,9% solo estudia, el 20,9% solo trabaja y la proporción que ni hace una cosa ni otra ha subido en dos puntos. Y la edad media en la que tienen su primer trabajo ha pasado de los 17 a los 18 años. Un tercio de ellos lo lograron gracias a los contactos familiares o de amigos.
Por último, aumenta en cinco puntos, hasta llegar al 20,2%, el porcentaje de aquellos que se emplean por cuenta propia o son empresarios. Es más, el 46,3% prefería no trabajar para otros (los hombres son más lanzados que las mujeres) y el 29,5% valoran la posibilidad de abrir un negocio.

Noticia procedente de lector.kioskoymas.com