El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) Lorenzo Amor es tajante a la hora de valorar el impacto que tendrá la reciente subida de IVA en un colectivo que está sufriendo duramente el impacto de la crisis: Ni un solo autónomo cerrará por el IVA pero sí les abrirá la puerta para que formen parte de la economía sumergida.
Miércoles, 5 de Septiembre de 2012 – 10:30 h.
Estos pequeños empresarios, medio millón menos que al comienzo de la crisis, han sufrido un triple varapalo en septiembre pues a la subida del impuesto se une el incremento de las retenciones de estos profesionales (del 15% al 21%) y del recargo de equivalencia, otra figura impositiva que grava la actividad de este colectivo.

La supervivencia de los autónomos pasará, en algunos casos, por mantenerse fuera de la legalidad, confiesa Amor, circunstancia ésta que no ayudará a reactivar la economía. Y lo ilustra con un ejemplo: “El salario medio de algunos de estos profesionales es de 1.200 euros, si tienen que pagar 253 euros por seguros sociales y 240 euros en concepto de retenciones… quizá se lo piensen”.

Bien es cierto que en los poco más de tres millones de autónomos, el aumento del IVA va a tener un impacto notablemente más perjudicial que el que tendrá sobre la economía familiar. Según cálculos de la ATA, “el coste medio por autónomo de la subida del IVA (que muchos emprendedores asumirán para no trasladarla al consumidor) y de las retenciones será de 1.100 euros anuales por autónomo”.

Dicho coste supera con creces el que va a tener, según cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en una familia, estimado en un extra de 470 euros al año.

A este doloso gravamen que deberán soportar unos y otros se une, en el caso de los autónomos, el hecho de tener que adelantar el IVA de facturas no abonadas. El presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha advertido que “tener que adelantar el IVA de facturas no abonadas es una pesadilla más para los autónomos que se añade a la falta de liquidez para mantener los negocios y al alargamiento de los plazos de cobro con las administraciones públicas que de media superan los 161 días”.

ATA calcula que desde enero y hasta el 20 de julio los autónomos de este país han adelantado al erario 392 millones de euros de IVA en facturas no abonadas y algunas que nunca se cobrarán, muchas de ellas a la Administración Pública. “No sólo nos llevan a esta situación sino que también nos hemos convertido en financiadores de la Administración”, añade Lorenzo Amor.

Es evidente que no a todos los negocios les afectará por igual. Peluquerías y gimnasios son de los más perjudicados porque el tipo de IVA ha subido del 8% al 21%.

Descartada la vía de las protestas, Lorenzo Amor no tira la toalla del diálogo. Su asociación ha pedido una reunión con el presidente del Gobierno para recordarle que tiene algunos compromisos asumidos con ellos, como es el de no ingresar el IVA hasta que la factura se abone.