El reparto de la representatividad en este nuevo organismo debía también servir para fijar unas reglas definitivas para la distribución de las subvenciones y los fondos formativos de los autónomos. Sin embargo, el negro giro que ha tomado la economía española ha convertido la creación de este Consejo Estatal en otra promesa incumplida de Rajoy. Sería impensable, en el contexto actual, la habilitación presupuestaria necesaria para crear un organismo institucional de este tipo.
Por estos motivos, el polémico reparto de la representatividad de los autónomos y la distribución de sus ayudas sigue abierto y solucionándose a cada paso con parches administrativos.
El último de estos parches lo ha emitido el Ministerio de Empleo en un informe del 29 de noviembre que ha enviado a la Fundación Tripartita para la Formación. En este documento Empleo estipula un «peso relativo» de las organizaciones de autónomos en función fundamentalmente del tamaño de la plantilla de recursos humanos que disponen para su funcionamiento. En concreto -dice el documento- «del número medio de trabajadores contratados entre febrero y julio y que prestan sus servicios en cada una de las sedes».
Según este criterio, la entidad intersectorial de autónomos de mayor peso relativo es la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), con un 37,4% del total. Y le sigue la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), vinculada a la UGT, con un 30,8%. Sin embargo, cuando el Gobierno socialista anterior, con Valeriano Gómez al frente del Ministerio de Trabajo, hizo una resolución declarando la representatividad de estas asociaciones otorgó a UPTA el primer puesto, con 30 puntos y a ATA el segundo, con 28.
Esta ultima asociación y otras cuatro de menor entidad no estuvieron de acuerdo con este reparto, precisamente por los puntos otorgados a UPTA por el volumen de sus plantillas y el número de sus sedes.
De hecho, estas asociaciones presentaron sus respectivos recursos ante la jurisdicción contencioso-administrativa, que aún no ha emitido su dictamen.
Sin embargo, ahora Empleo reconoce mayor plantilla e implantación territorial a ATA que a UPTA, que fue el criterio definitivo que dio otorgó el primer puesto a los ugetistas.
Pero en UPTA están de acuerdo con este menor peso relativo que le otorga ahora el departamento que dirige Fátima Báñez. Y, en su defensa, recuerdan que a pesar de situarse en el segundo puesto según el volumen de sus recursos humanos y su implantación territorial, este es solo un criterio más en el reparto de las subvenciones de formación que hace la Fundación Tripartita, ya que también valoran técnicamente los proyectos formativos.
De hecho, la distribución de los fondos de 2012 ya aprobada pero aún pendiente de cobro, da más dinero a UPTA que a ATA. En concreto 1,18 millones a los primeros frente a 1,10 millones a los segundos.
Dicho esto y al margen de las diferencias entre las principales asociaciones, llama la atención la enorme brecha de representatividad entre ATA y UPTA juntas y el resto de asociaciones. Sobre todo respecto a CEAT, que es la asociación de autónomos de la patronal CEOE y que aún habiendo un millón de autónomos que son microempresas, tan solo tiene un 1,5% del peso relativo otorgado por Empleo según su plantilla. Así, paradójicamente solo UPTA, estando vinculada a UGT, tiene veinte veces más peso que CEAT. Es en cualquier caso un capítulo polémico y no cerrado de las relaciones institucionales del mercado laboral.

Noticia procedente de cincodias.com